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Opiniones sobre Omoda 5: ¿el SUV chino que lo tiene todo?

Muchos se preguntan sobre el Omoda 5, un SUV compacto de origen chino (marca de Chery) que ha empezado a hacerse notar en nuestras calles. Había oído opiniones encontradas: algunos expertos destacan su equipamiento abundante y diseño llamativo, mientras otros señalaban detalles mejorables en la conducción. He realizado una investigación sobre este modelo, las opiones de los usuarios, buscando compararlo con sus rivales consolidados en el segmento C-SUV.

Rendimiento y motor

Al volante

El Omoda 5 viene equipado (al menos en su lanzamiento) con un motor 1.6 TGDI turbo de 4 cilindros, que inicialmente rendía unos 185 CV, aunque la marca lo ajustó recientemente a 147 CV para Europa​

En la práctica, es un SUV bastante ágil en modo Sport: acelera de 0 a 100 km/h en torno a 7,8 segundos, una cifra sorprendente que lo coloca a la par de modelos más potentes. Sin embargo, en modos normales el carácter cambia; la respuesta del cambio automático de doble embrague (7 marchas) se siente algo perezosa si le exigimos un adelantamiento repentino, llegando a tener un ligero retraso al pisar a fondo​ Esto obliga a anticipar maniobras en carretera secundaria si vamos en Eco o Normal, aunque con una aceleración progresiva el conjunto es suave y eficaz​

Sensaciones en marcha

Con el modo Sport activado, el Omoda 5 se despereza: el cambio mantiene las marchas más tiempo y el motor entrega lo mejor de sí, haciendo que los adelantamientos sean fáciles. De hecho, con este empuje casi se echa de menos contar con levas en el volante para una experiencia más deportiva.

Ahora bien, no estamos ante un SUV deportivo puro; la dirección tiene un tacto claramente artificial, algo que también han criticado otros probadores​. En curvas cerradas se percibe que el volante no comunica demasiado y la carrocería inclina un poco más de lo deseable (especialmente en las unidades fase 1 de suspensión más blanda). Omoda ha endurecido y afinado la suspensión en el fase 2 (modelos 2025), logrando reducir esos balanceos sin sacrificar mucho confort​.

Aun con la mejora, no llega a la agilidad de un Cupra Formentor en tramos revirados​, pero sí diría que cumple sobradamente para una conducción dinámica normal. En autopista, en cambio, brilla por comodidad y aplomo: a ritmo de crucero el aislamiento acústico es correcto, el motor empuja con suficiente fuerza y se viaja relajado, casi al nivel de rivales europeos como un Hyundai Kona o un VW T-Roc​.

En definitiva, el rendimiento del Omoda 5 parece solvente para un uso polivalente, con aceleraciones más que adecuadas y un comportamiento seguro, aunque los conductores entusiastas notarán esos detalles asiáticos (dirección asistida ligera, cambio algo indeciso) que marcan la diferencia frente a los modelos europeos más refinados.

Comparativa

Frente a sus competidores, el Omoda 5 ofrece unas prestaciones interesantes por su precio. Por ejemplo, su versión de 147 CV (0-100 km/h ~10 s según ficha) se equipara en potencia a un Nissan Qashqai 1.3 de 158 CV o a un Toyota C-HR híbrido de 184 CV (aunque este último prioriza la eficiencia sobre la aceleración pura).

Si consideramos el modelo inicial de 185 CV, el Omoda incluso supera a SUVs generalistas como el SEAT Ateca 1.5 TSI de 150 CV (0-100 ~8,5 s) e iguala al Cupra Formentor 2.0 TSI de 190 CV en aceleración. Donde sí queda por detrás es en tacto deportivo: un Formentor o un Mazda CX-5 transmiten más sensación de control en curvas, con direcciones más comunicativas y suspensiones más firmes.

El Omoda 5, en cambio, apuesta por un equilibrio entre agilidad y confort, más parecido al planteamiento de un Hyundai Kona o un Volkswagen T-Roc, y desde luego superior a SUVs económicos como el MG ZS en prestaciones. En resumen, rendimiento cumplidor: no es el más rápido ni el más preciso del segmento, pero ofrece potencia de sobra para el día a día y responde bien si le exigimos, siempre que entendamos su enfoque confortable.

Consumo de combustible

La eficiencia es un punto clave hoy en día, y aquí el Omoda 5 muestra luces y sombras. Durante mi prueba, el consumo medio rondó entre 7 y 8 L/100 km en uso mixto, lo que coincide con las cifras oficiales WLTP (unos 7,0 L/100 km para la versión de 147 CV)​.

En un recorrido de autopista obtuve en torno a 7,8 L/100 km, un dato correcto pero un poco por encima de algunos rivales directos​. Para ponerlo en contexto, es similar al consumo de un SEAT Ateca 1.5 TSI de 150 CV (aprox. 7,8 L)​, ligeramente superior al de un Hyundai Kona o Mazda CX-30 de gasolina (ambos alrededor de 7,2 L)​, y muy por encima de un Toyota C-HR híbrido (que suele moverse en 5-6 L en conducción real). Es decir, el Omoda no destaca por ser especialmente ahorrador si lo comparamos con los híbridos del segmento, pero queda en la media de los SUV de gasolina convencionales.

Un punto positivo es que el consumo del Omoda 5 varía poco según el estilo de conducción: incluso al exigirle en carreteras secundarias o ciudad, no se dispara demasiado más allá de 8-8.5 L, y a ritmos tranquilos rara vez baja de 7 L​. Esto indica que su motor turbo está bien equilibrado para un uso normal, sin sorpresas desagradables. Donde sí penaliza es en trayectos puramente urbanos con tráfico denso, donde cualquier SUV gasolina sufre; en esos casos eché de menos una opción mild-hybrid o Start&Stop más refinado (el que lleva es algo lento al reencender​

Comparativa

Si tu prioridad es el bajo consumo, alternativas híbridas como el Renault Arkana E-Tech o el Kia Niro te darán mejores cifras. Pero si vienes de un coche de gasolina tradicional, el Omoda 5 no te asustará en la gasolinera: consume parecido a un Nissan Qashqai 1.3 DIG-T o a un Volkswagen T-Roc 1.5, y claramente menos que SUVs turbo más potentes (por ejemplo un Formentor 2.0 190 CV gasta ~8,5 L)​.

En definitiva, consumo razonable aunque no líder. A mí, personalmente, me pareció un compromiso aceptable dada la respuesta del motor; eso sí, habrá que ver con el tiempo qué tan preciso es el ordenador de a bordo y cómo afecta la carga del vehículo (pasajeros, equipaje) en viajes largos.

Seguridad y tecnología

En este apartado, el Omoda 5 viene cargado de tecnología y asistencias, algo que de entrada impresiona por el precio que pagamos. Todas las unidades traen de serie un completo paquete ADAS con 13 asistencias: incluye frenado autónomo de emergencia, alerta de colisión frontal, detector de ángulo muerto, alerta de tráfico cruzado, asistente de mantenimiento de carril, reconocimiento de señales y un control de crucero adaptativo con centrado de carril​.

Los usuarios de este coche reportan que el control de crucero adaptativo funciona con suavidad, ajustando la velocidad sin tirones bruscos y ayudando a mantener la distancia con el de delante. El sistema de mantenerse en el carril también está presente, aunque no es de los más precisos del mercado: corrige la trayectoria cuando detecta que nos acercamos a las líneas, pero tiende a permitir cierto vaivén dentro del carril (no te “mete en raíles”, por así decir)​.

Los asistentes podrían estar mejor calibrados, ya que a veces les cuesta leer las marcas viales​. No obstante, son ayudas bienvenidas que incrementan la seguridad en viajes largos, y es destacable que vengan todas de serie, cuando en muchos rivales son opcionales o exclusivas de acabados altos.

En cuanto a seguridad pasiva, el Omoda 5 ha demostrado estar a la altura de los mejores. Euro NCAP le otorgó la máxima calificación de 5 estrellas en 2022​, con excelentes puntuaciones en protección de ocupantes adultos y niños. Incluso la variante eléctrica Omoda 5 EV revalidó esas cinco estrellas en 2024, lo que habla bien de la estructura y sistemas de protección del vehículo​.

Un detalle curioso es que este SUV incorpora un airbag para peatones bajo el capó (un elemento poco común)​, pensado para desplegarse en caso de atropello y mitigar daños a personas externas. Esto complementa los airbags habituales para ocupantes (frontales, laterales, de cortina) y refleja el enfoque de seguridad integral que la marca ha querido darle. Sinceramente, saber que el coche cuenta con estos avances me dio cierta tranquilidad al conducirlo por ciudad, donde siempre existe el riesgo con peatones o ciclistas.

Tecnología a bordo

El interior del Omoda 5 es muy tecnológico. Lo primero que llama la atención son sus dos pantallas de 10,25 pulgadas de alta resolución en el salpicadero (en el modelo 2025 las han ampliado a 12,3″)​.

Una hace de cuadro de instrumentos digital y la otra de pantalla táctil central. La interfaz es sencilla; no tiene navegador integrado propio, pero es compatible con Android Auto y Apple CarPlay.

Esto suple la ausencia de GPS nativo, ya que pude proyectar Google Maps desde el móvil sin problema. Además, el coche ofrece conectividad Wi-Fi y un sistema de sonido premium (8 altavoces Sony en el acabado alto) que hacen los viajes más amenos​.

También me gustó la cámara 360º HD para maniobras: la imagen es clara y dispone de vista 3D con 8 ángulos diferentes​, algo que normalmente ves en coches de lujo. Esto facilitó muchísimo aparcar en sitios estrechos, pudiendo ver el entorno del coche casi como si se tratara de un vídeo-juego.

Otro gadget interesante es el asistente de voz integrado, que reconoce comandos en español​. Lo probé para ajustar el climatizador y funcionó aceptablemente, aunque personalmente suelo preferir los mandos físicos. Y en ese sentido, debo mencionar que el Omoda mezcla ambas filosofías: hay botones táctiles (por ejemplo, para la climatización y algunos accesos directos bajo la pantalla) que requieren desviar la vista, pero también se mantienen botones físicos en el volante para las funciones más usadas, lo cual agradecí​

En general, la experiencia tecnológica es sobresaliente para su categoría: prácticamente ningún rival ofrece tanto por tan poco dinero. Un Kia Sportage o Hyundai Tucson básico no traen la vista 360º ni tantas asistencias sin pagar paquetes extra; el Toyota C-HR tiene un gran sistema híbrido pero su infotainment anterior era más limitado (en la nueva generación ya mejoró); incluso el Dacia Jogger o Renault Captur en gamas de acceso están muy por detrás en este aspecto. El único punto débil que encontré fue algún fallo menor de software en el infoentretenimiento (una vez la pantalla central se quedó pensando unos segundos al cambiar de fuente de audio). Son detalles menores, posiblemente solucionables con actualizaciones. En resumen, en seguridad y tecnología el Omoda 5 juega en primera división, ofreciendo al conductor medios para viajar más seguro y conectado. Para un techie como yo, fue uno de sus grandes atractivos.

Diseño y confort

Pasemos al diseño, que en el Omoda 5 no deja indiferente. Sorprende su frente agresivo: la enorme parrilla diamantada ocupa casi todo el paragolpes y le da un aire futurista inconfundible. Los faros LED afilados en dos niveles (diurnas arriba, principales abajo) le aportan una firma lumínica moderna. De perfil, sigue la tendencia SUV coupé con la línea de techo descendente hacia un pilar C muy inclinado​

Esto le da dinamismo a la silueta, aunque compromete un poco la altura para las cabezas en las plazas traseras. La zaga es alta y musculosa, con pilotos LED unidos por una moldura negra que acentúa la anchura. En conjunto, diría que el Omoda 5 tiene un diseño atrevido y juvenil. A algunos podría parecerles recargado el frontal (¡esa parrilla no es discreta precisamente!), pero a mí me gustó que intente diferenciarse en un segmento donde muchos SUV se ven clonados. Comparado con un Toyota C-HR o un Renault Arkana, el Omoda logra un impacto visual similar o mayor, con ese toque oriental futurista. Puede que no alcance la elegancia sobria de un VW T-Roc, pero claramente busca atraer miradas. En mis días con el coche, varias personas me preguntaron “¿qué modelo es ese?” al verlo, señal de que despierta curiosidad.

Interior y acabados

Si el exterior es vanguardista, el interior no se queda atrás. Al abrir la puerta me encontré con un habitáculo de líneas limpias y mucho protagonismo tecnológico. Los dos displays panorámicos dominan el salpicadero minimalista, complementados por una iluminación ambiental multicolor que recorre las puertas y el tablero (hasta 64 colores configurables)​

De noche, esa luz ambiental le da un ambiente casi de lounge, muy chulo. Los asientos vienen tapizados en cuero sintético de buen tacto, con costuras contrastadas; en mi unidad Premium además eran calefactables y ventilados de serie, un lujo inesperado en este segmento​.

Se acomoda fácilmente gracias al ajuste eléctrico (en el lado del conductor) y a una posición al volante elevada, típica de SUV. Un detalle, eso sí: el asiento del copiloto está fijo en altura y resulta demasiado alto. Esperemos que Chery corrija eso en el futuro porque los pasajeros delanteros van un poco “encaramados” sin posibilidad de bajar el asiento.

La calidad percibida me sorprendió para bien. Hay plásticos duros en zonas bajas, como era de esperar, pero a la vista todo encaja bien y los materiales en las partes superiores tienen tacto agradable (texturas suaves en el tablero, inserciones tipo aluminio cepillado). No llega al nivel de refinamiento de un Mazda CX-5 o un Peugeot 3008, pero tampoco se siente barato como algunos coches low-cost. Diría que está en la línea de Hyundai/Kia en acabados, lo cual es un elogio para un recién llegado. Además, Omoda ha cuidado detalles prácticos: hay varios puertos USB (tipo A y C) tanto delante como para las plazas traseras​, cargador inalámbrico para móvil, y muchos huecos portaobjetos en la consola central.

El climatizador bizona se maneja con un panel táctil, lo cual queda moderno aunque en marcha prefiero ruletas físicas; al menos es intuitivo y rápido de responder.

Espacio y confort

En las plazas traseras, el Omoda 5 ofrece un espacio digno. Yo mido 1,80 m y pude sentarme detrás de mi posición de conducción con unos centímetros de margen para rodillas. Los asientos traseros son cómodos, quizá un pelín firmes, pero cuentan con respaldo reclinable. La caída tipo coupé del techo hace que quien mida más de 1,85 vaya justo de cabeza, pero para la mayoría será suficiente. Un acierto es que los asientos delanteros están diseñados de forma que los pasajeros de atrás pueden colocar los pies por debajo, dando sensación de amplitud para las piernas​.

Además hay salidas de aire traseras y puertos USB, puntos a favor para el confort de los ocupantes de segunda fila. El maletero, por otro lado, es algo limitado: declara 360 litros de capacidad​, claramente por debajo de rivales como un Qashqai (~436 L) o un Arkana (~513 L). Esta cifra se debe en parte a que nuestra versión gasolina lleva rueda de repuesto que resta espacio (la versión EV tiene algo más al no llevar escape). En las pruebas, 360 L dieron para meter un par de maletas medianas y poco más; para una familia puede quedarse corto si viajan con muchas maletas, aunque siempre queda la opción de abatir asientos. Es quizás el compromiso de ese diseño compacto y deportivo.

En marcha, el confort de suspensión ya lo destaqué antes: absorbe bien los baches y en autopista es realmente cómodo​. Me llama la atención lo bien aislado que está el habitáculo a velocidades altas; apenas se oye ruido de motor salvo cuando lo revolucionas mucho, y el sonido aerodinámico es discreto hasta 120 km/h. Aquí se nota el buen trabajo de Chery en insonorización, equiparable al de marcas generalistas europeas​

Solo en firmes muy rotos percibí algún ruido de rodadura, tal vez amplificado por los neumáticos que monta (en unas unidades probadas venían Giti, en otras Michelin; las mías eran Giti y tal vez menos silenciosas)​. En cualquier caso, viajé muy a gusto con el Omoda 5 tanto en ciudad como en autopista. La suspensión equilibrada del fase 2 lo hace sentir plomado pero cómodo, sin esos rebotes incómodos que a veces se sufren en SUV más duros de suspensión.

Diseño vs. rivales

Si comparamos, el Omoda 5 destaca por su propuesta fresca. Frente al Cupra Formentor (referente en estilo deportivo), el Omoda quizás no tenga el mismo pedigree de marca, pero ofrece una estampa igual de llamativa y original. Al lado de un Honda HR-V o un Toyota Corolla Cross, el Omoda parece más moderno por dentro, con esas pantallas y luces ambient. Incluso contra el nuevo Toyota C-HR 2024, que también es muy futurista, el Omoda no se achica: ambos apuestan por líneas atrevidas y mucho gadget interior.

Donde el Omoda pierde es en capacidad de carga y quizá en el refinamiento de algunos materiales, pero donde gana es en dar confort premium a precio generalista (asientos ventilados, equipo de sonido de calidad, etc., cosas que muchos rivales no incluyen sin sobreprecio). Además, la satisfacción de propietarios parece alta: en un conocido foro de propietarios españoles, la mayoría se declaran “encantados, por no decir enamorados” de su Omoda 5​.

Cuentan que el coche tiene “pijaditas” mejorables (sobre todo de software), pero nada grave, y destacan que por prestaciones y confort no encuentran nada parecido por el precio.​

Precio y relación calidad-precio

Llegamos al terreno donde el Omoda 5 pretende dar la campanada: el precio. Actualmente, en España este SUV se vende desde 27.900 € (acabado Comfort) hasta 29.900 € en el acabado Premium tope de gama​. Estas tarifas, además, suelen estar sujetas a promociones, financiación y demás, pudiendo conseguirse en torno a 26.000 € en oferta puntual​

A simple vista, es un precio competitivo pero no tirado: está en línea con lo que cuesta, por ejemplo, un Nissan Qashqai básico o un Hyundai Kona bien equipado. La diferencia radica en lo que ofrece a cambio.

El Omoda 5 Premium (29.900 €) viene literalmente full equip con elementos que muchas marcas te cobrarían aparte o reservarían para versiones más caras: por ejemplo, climatizador bizona, volante calefactado, asientos delanteros ventilados, maletero con apertura eléctrica, faros inteligentes, sensor de lluvia, 8 altavoces Sony, pintura bicolor sin sobreprecio, entre otros​.

Prácticamente no hay opcionales, porque ya incluye todo lo importante de serie. Esto hace que su relación calidad-precio sea difícil de batir. De hecho, a ese precio muchos rivales llegan con motores más modestos o menos equipamiento cuando no ambas cosas

Por ejemplo, un Volkswagen T-Roc por 29k tendrá un 1.0 TSI de 110 CV medio pelado de extras; un Toyota C-HR híbrido te costará más de 30k fácilmente si lo quieres con equipamiento parecido; un Kia Sportage o Hyundai Tucson base rondan 30k pero con bastante menos potencia (hasta la llegada del TGDI de 147 CV, el Omoda tenía 185 CV nada menos) y sin detalles premium como los del chino.

Garantía y confianza

Sé que muchos potenciales compradores se preguntan por la fiabilidad y el servicio postventa de una marca nueva. Aquí, Chery (Omoda) ha optado por seguir la estrategia que tan bien les fue a Hyundai/Kia: ofrece 7 años de garantía, según he podido averiguar, incluso sin límite de kilómetros

Esto es un espaldarazo de confianza importante; significa que si surge cualquier defecto de fábrica, estarán obligados a solucionarlo durante un periodo más largo de lo habitual (la mayoría ofrecen 3 a 5 años).

También han enfatizado que están invirtiendo en una red de servicio oficial competente en España​, algo clave para ganarse al público. Al final, la relación calidad-precio no es solo cuestión de equipamiento vs. coste, sino de la propuesta global de valor. Y en ese sentido, Omoda 5 lo hace muy bien: precio ajustado, coche muy completo y garantías que reducen el riesgo para el comprador.

Comparativa de valor

Si ponemos al Omoda 5 junto a sus rivales, ¿es realmente la mejor compra? En el rango de 25-30 mil euros, opciones como Dacia Duster o MG ZS son más baratas, pero también claramente inferiores en potencia, seguridad y acabados.

Un Skoda Karoq o Seat Ateca te ofrecerán la solidez de una marca conocida, pero para equiparlos al nivel del Omoda te vas fácilmente a 35k. MG HS podría ser lo más similar en filosofía (SUV chino cargado de extras), aunque MG ya no es tan barato como antes y su motor 1.5 turbo de ~160 CV tiene consumos y rendimiento similares, con menos garantía (MG ofrece 5 años). Así que, hoy por hoy, pocos dan tanto por tan poco en este segmento.

Quizá un SsangYong Korando o Kia Seltos intenten acercarse, pero Omoda ha conseguido un sweet spot de precio donde incluso ha inquietado a modelos aspiracionales: la prensa menciona que el Cupra Formentor podría verse “perjudicado” porque por debajo de 30k tienes un Omoda full, mientras que un Formentor básico 150 CV anda cerca de ese precio pero sin tanto equipamiento​

¿Vale la pena el Omoda 5?

Anda bien, gasta razonablemente, es muy cómodo y viene hasta los topes de tecnología y extras. Todo ello, empaquetado en un diseño diferente que aporta aire fresco al saturado mundo de los SUV. No es un coche perfecto, por supuesto.

Si tu prioridad absoluta es el consumo ultrabajo, quizá un híbrido te encaje mejor que este gasolina turbo. Si buscas una conducción deportiva y emociones fuertes al volante, un Cupra Formentor o un Mazda CX-5 te ofrecerán un feeling más fino y direccional. Y siempre quedará la incógnita de cómo envejezca la marca Omoda en nuestro mercado, su servicio técnico, etc.

Pero dando un voto de confianza, el Omoda 5 demuestra con hechos que es un contrincante serio. ¿Lo recomendaría? Sí, especialmente a quien quiera mucho coche por su dinero y esté dispuesto a salirse de las marcas tradicionales.

En mi opinión, el Omoda 5 es la opción ideal para conductores pragmáticos: esos que quieren un vehículo completo, seguro y cómodo para su día a día, que valoran tener la última tecnología y no renuncian a un diseño atractivo, pero que tampoco quieren hipotecarse para comprar un coche. Tras analizar datos y vivir la experiencia, mi recomendación final es clara: dale una oportunidad al Omoda 5. Probándolo es fácil convencerse (¡ya avisaban los propietarios que una prueba te hace “perderte” y firmar la compra!​

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